TO DYE FOR!
Popularizado en los años 60 y 70 por el movimiento hippie, el tye-dye tiene su origen en la antigüedad y nunca ha pasado de moda desde entonces. De hecho, los grandes nombres de la industria siguen incluyendo hoy piezas tye-dye en sus colecciones. Su carácter artesanal y su potencial creativo las convierten en una tendencia democrática con versiones para todos los gustos.
EN LA ANTIGUEDAD
Aunque se popularizó en los años 60 y 70 en Estados Unidos a través del movimiento hippie, se trata de una técnica que viene de la antigüedad, en lugares como Asia y África. Los registros muestran que, entre los siglos VI y VII, el método de atar y teñir se arraigó en estas culturas como la principal forma de combinar colores en los tejidos. En Japón, la técnica se conocía como shibori; en la India, bandhani. Aunque similares, diferían en la forma de atar el tejido y en los pigmentos utilizados.
LOS 70
El término tye-dye tal y como lo conocemos hoy se introdujo en Occidente en los años 60 y 70, en Estados Unidos, cuando el movimiento hippie lo adoptó y lo hizo culturalmente visible. Esencialmente hecho a mano, se convirtió en un símbolo de libertad y revoluciones sociales. Era posible encontrar tye-dye en las piezas más variadas: camisetas, pantalones, vestidos, incluso en accesorios. La moda llegó a un mayor número de personas cuando fue abrazada por celebridades del mundo del espectáculo como Janis Joplin, John Sebastian o Joe Cocker, catapultándola así un poco por todo el mundo.
LOS 90
En la década de 1990, la técnica del tye-dye se incorporó a la industria de la moda por influencia de los llamados Clubbers, una tribu urbana originaria del Reino Unido, responsable de difundir la música house y tecno, revolucionar la vida nocturna de los grandes centros urbanos y marcar tendencias.
Bricolaje: ¿cómo hacerlo?
El secreto está en la forma de atar la tela. No hay una única forma de hacerlo y el resultado siempre será diferente.
El proceso consta de tres pasos:
Atar
En esta fase, preparamos la tela, que debe ser de color claro. Consiste en atar la pieza con cordeles, cuerdas, elásticos, nudos, etc., impidiendo que determinadas zonas del tejido sean teñidas por la materia colorante.
Teñido
Es el momento ideal para dar rienda suelta a su imaginación. Elige los colores que quieras utilizar, humedece la tela y tiñe partes aleatorias entre las encuadernaciones. El método más útil consiste en diluir el tinte en agua hirviendo y pulverizarlo sobre el tejido con un tubo.
Lavar
Por último, espera a que la tela se seque y lávala. Si desea un tono final más suave, deberá lavar la pieza cuando aún esté húmeda, reduciendo así la cantidad de tinte absorbido. Tenga en cuenta que los primeros lavados deben hacerse por separado, para evitar que las piezas se manchen.
